* Mi valoración: NORMALITA, ambiciosa, hollywood de los 50.

De todo un poco. Mi rincón personal para breves reflexiones y reseñas de temas diversos: sociedad, espectáculos, Internet y sobre todo cine y cortometrajes en pantalla grande (c)Licencia de uso También puedes acceder a mis otros blogs
Con una trama que a priori es interesante (los trejemanejes en la corte española de Felipe II, con todo el lío que se formó con Antonio Pérez, la princesa de Éboli, la muerte de Escobedo,...) nos encontramos con una película bastante acartonada en su realización para estos tiempos (esos filtros vaporosos en la imagen, esos primeros planos inexpresivos) aunque algunas posiciones de cámara eran bellas en su búsqueda de la esquisitez. Del guión hay 2 elementos que no me gustaron: las escenas románticas entre la morisca y el comisario (fuera de tiesto) y la poca intervención (acción) del rey en las tramas sugeridas.
Las persecuciones y escenas de duelo eran más propias de una representación teatral que de un rodaje cinematográfico. El sonido grabado en estudio y superpuesto daban a la película un aire de irrealidad y teatralidad que no me convenció. Todo era más teatro que cine.
Tengo que felicitar a PIXAR por su buen hacer en animación y por este ejemplo un tanto arriesgado (la mitad de la película no hay diálogos textuales), pero que sabe dar una fuerte dosis de entretenimiento gestual, de información sucinta y de entrañables personajes. La realización es impecable, limpia, ligera y colorida. El guión está bien construido, señalando muy bien las partes, el objetivo de la trama, y con un toque de chispa y sorpresa hasta el final. Las acciones de los personajes son entrañables y no sólo por los protagonistas sino también la cucaracha, el robot limpiador, etc. Recomendable tanto para niños como para adultos.
Si en La Naranja Mecánica (Kubrick) veíamos cómo la violencia intenta ser corregida por la sociedad, en este remake plano-a-plano de Funny Games (1997) no sucede nada de eso. Es la maldad en estado puro. Una maldad gratuita, que entra en tu casa, que la invitas a entrar. Una maldad sin objetivo, simplemente maldad. Una película bien hecha, con planos muy largos, tremendamente naturales, al igual que su ausencia de música. La cámara no busca el morbo, ni la sangre, ni el desnudo: lo cruel suele quedar en el fuera de plano. Brutal.
El estreno de largo de Nacho Vigalondo no podría ser mejor. Una película de las llamadas de ¿bajo presupuesto? que engancha desde el primer momento gracias a un guión muy, muy currado que aunque a veces en detalles peque un poco de inocente (apuntar con tijeras, venda extensible, etc) no supone nada para la robustez y ocurrencia de la película. Es mejor no saber nada del argumento para disfrutar de este galimatías de pistas del que nos va tirando el director. Y a parte de ello, en 88 minutos también hay evolución del personaje, música a lo Hitchcock, persecuciones originales, rápidas luchas morales y además, te hace pensar. ¿Qué más se puede pedir? :-)
En medio de un glamour fashionista (con planos demasiado rápidos para su importancia de diseño en vestidos, bolsos y zapatos) encontramos esta comedia donde despuntan grandes valores: la amistad, el amor, el perdón. Me resultó un tanto brusco el giro de los protagonistas en diversos tramos del film (supongo que fruto de los cortes para no sobrepasar los 148m). Hay personajes divertidos (la asistente de color), hay otros más arquetípicos (el asistente bodas gay), otros extraños (el marido calvo). Las 4 chicas protagonistas están simpáticas y supongo que acordes con su anterior vida en la serie de TV. La película, aún siendo comedia, refleja 2 improntas de género: en los hombres, el hacer algo gordo e intentar volver atrás arrepentidos; en las mujeres, tenerlo todo y aún así sentirse insatisfechas.
Estad atentos a ir porque la quitan el 5 de Mayo 2008.