13 de septiembre de 2016

Adam Peiper

* Dirección: Mónica Mateo
* Mi valoración: 9

Uno de los cortos del año. En todas las sesiones que se presenta destaca sobre el resto por su temática, su estética y por su interesante sobriedad. Un argumento muy real y social con una escenografía futurista. Una filmación limpia, serena, ordenada, con localizaciones muy inteligentes, al estilo Kubrick, pero con una lectura argumental propia del más puro George Orwell. Efectos digitales al servicio del texto e interpretaciones tan sobrias como meticulosas. Me encanta el paso de los planos medios/generales a los planos subjetivos (incluso cámara en mano) para intentar adentrarnos en la visión del protagonista. Un corto difícil, de los que gusta ver varias veces porque se va entendiendo mejor. La riqueza está en los detalles. Muy recomendable.

12 de mayo de 2016

La jaula

* Dirección: Nacho Solana
* Mi valoración: 10

Aunque ya lo ví en su estreno de Madrid en el gran cine Palafox ha sido después de verlo una segunda vez en la muestra CORTOPATÍA, (con una factura muy superior a la media de los cortos allí presentados) cuando me he tenido que rendir ante el cortometraje La Jaula de Nacho Solana. Sobresaliente y perfecto en sí mismo, sin nada más que añadirle. Con una realización meticulosamente pensada para que se meta muy dentro del espectador, hurgando en esos rincones que sólo las obras maestras son capaces de introducirse.

La trampa del neoliberalismo imperante hoy en día (la que no sólo ha provocado una crisis económica sino una crisis de valores) ha sido relatada en el cine a nivel macroeconómico (Inside Job, Margin Call) ó dentro de la empresa (la también brillante "La punta del icebérg") pero es en La Jaula donde ese neoliberalismo se mete en el ADN de la intimidad familiar lo que de una forma muy sutil hace que sea más cruel y descarnado si cabe. El inteligente uso del "salto de eje" para adaptarse a la forma en que se quiere contar esa conversación "a tres", ese flujo persuasivo entre el "jefe" y la "esposa" con un marido-empleado mero transmisor de la trampa. Y qué bien el niño, que en su inocente hacer, se convierte en el gran juez y demiurgo de la situación y que, inevitablemente, traslada la reflexión al espectador en cuanto empiezan los créditos. El difícil uso de la luz tenue, en claroscuro, para enfatizar más la intimidad, así como su interesante música, le dota a La Jaula de una mayor alevosía y nocturnidad al engaño mediático y social que se quiere contar. Muy recomendable.