5 de febrero de 2021

El cine social de Miguel Parra

Si algo caracteriza a los trabajos del cineasta Miguel Parra es que trata de reflejar siempre grandes temas de injusticia social en un relato de situaciones cotidianas. Es un acercamiento muy certero y cercano a las problemáticas sociales actuales. Uno se identifica más claramente con los personajes y con el tema cuando los entiende más humanos y más cercanos a la realidad que intenta denunciar. Siempre con pocos personajes, con conversaciones y gestos, situados en el contexo español. Su cine de formato corto, técnicamente bien construido, siempre deja un interrogante de reflexión final en el espectador.

En "Sin respuesta" (2013) (estupendo monólogo de Natalia Mateo) todos nos metimos en la piel tanto de la trabajadora bancaria como en todos los que llamaban y experimentamos lo que supuso la crisis financiera importada de otras latitudes. En "Rawan 16/07" (2016), pudimos comprobar los mecanismos y las dudas generadas en la manipulación de los fanáticos islámicos en la captación de adeptas, con ese final abierto que a todos nos hizo reflexionar. En "El jardín de Vero" (2018) una conversación de temas familiares y domésticos destapa una memoria histórica que muchos quieren evitar mirando para otro lado. De su último trabajo "(A)normal" (2020) no quiero hablar de momento hasta su estreno pero también trata otro tema social importante.

Por último, me gustaría destacar la canción adecuada que siempre cuida mucho en situar en los créditos de sus cortometrajes. Ademas de ayudarte a salir de la historia y volver a la realidad cotidiana, sirve para complementar, y a veces explicar bien, el sentido que se quiere dar al mensaje.