Últimamente, quizá por la pasada huelga de guionistas, las películas ya no se dividen en guión original y guión adaptado.. sino en basada en hechos reales. Y ello me preocupa, porque las historias reales no tienen la misma espectacularidad, ficción y construcción que un guión original. Yo incluso no las denomino películas sino documentales dramatizados. Y no es que no tengan calidad (perfectas reconstrucciones, actores que lo dan todo, ambientación y rodaje trabajados y cuidados,...) pero les falta un algo difícil de definir que hacen que no me resulten películas redondas.
Por poner dos ejemplos:
* El intercambio (Clint Eastwood). Una perfecta ambientación de los años 20, los problemas policiales, el oscuro caso de una equivocación, una Angelina Jolie que lo da todo, las posibles soluciones,... un final "basado en hechos reales".

* Mi nombre es Harvey Milk (Gus Van Sant). una historia de lucha por derechos dignos de las minorías en general y de los gays en particular, un excelente trabajo de Sean Pen, una reconstrucción de los hechos en San Francisco de los 70 estupenda, un repaso al complicado sistema de votos estadounidense,... un final "basado en hechos reales".