En Tordesillas (Valladolid) tuvo ayer lugar la representación de la llegada de Juana I de España. Una representación popular que celebra el pueblo por cuarto año consecutivo, con cierta polémica por sus altibajos en detalles y por su mezcla historiada-postmoderna. No obstante, el acto sirve para traer a la memoria a esta gran mujer, Juana I, hija de los Reyes Católicos que por intrigas y movimientos políticos entre su padre Fernando (el rey de Aragón) y su marido Felipe el Hermoso (de Flandes) la retuvieron y encerraron en el palacio de Tordesillas hasta su muerte, 15 años después. Un viaje interruptus, un viaje que pretendía terminar en Granada con el féretro de su marido Felipe. Una mujer apasionada (por lo que la tildaron de loca) que por no darse cuenta de lo que estaban tramando a su alrededor se vió vilipendiada, engañada y encerrada. Una madre de emperadores. Un recuerdo para ella en este día de la mujer.
1 comentario:
Qué bueno. Y que cierto: gran homenaje en el Día de la Mujer.
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