En su 50 aniversario, Ordet sigue llenando salas. Y es que su espectacular fotografía, su cuidadosa composición pictórica, su luz, el movimiento lento de la cámara y de los entrañables personajes siguen cautivando como una verdadera obra de arte atemporal. Y aún más allá: su reflexión sobre las diversas formas de entender y vivir la religión, las dudas y la tesis de Dreyer llevada a sus últimas consecuencias sigue interesando, aun cuando se discrepe con él. Una reflexiva joyita de cuidada estética.
2 comentarios:
Pues fue un gran placer poder ver Ordet en pantalla grande. Extraño al mismo tiempo. Una gran película, una joya de la que se puede estar hablando horas y horas. Fotografía impecable, escenas que parecen cuadros, colocación de la cámara, luces, personajes... Muy recomendable para aquellos que tengan la oportunidad de verla en el cine.
Recuerdo que hace unos años le dedicaron un monigrafico en la revista de Garci a esta pelicula y a otra de Hitchcock "De entre los muertos". Yo solo he visto esta ultima, pero parece que comparten el mismo tema
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