28 de diciembre de 2010

Balada triste de trompeta

* Dirección: Alex de la Iglesia
* Mi valoración: 1 (sobre 10)
Al ver esta película el 28 de Diciembre pensé qué era una inocentada. Menudo pastiche de escenas casi inconexas, personajes con actitudes sin sentido y un ritmo más propio de la peor serie B. Intenta ser muchas cosas, pero no es nada (ni graciosa, ni misteriosa, ni terrorífica, ni moralizante, ni nada). Vamos, un total desvarío que la sigues viendo porque no es aburrida, por ver dónde termina todo el esperpento y por ver de qué es capaz en la escena siguiente. Aunque quiere seguir la estela y el estilo, está a años-luz de "El día de la bestia" ó "La comunidad". El 1 se lo doy por alguna escenas digitales curiosas: atentado Carrero Blanco y la cruz del Valle de los Caídos. Pese a ser una película basada en payasos, sólo me reí con el abrazo al trozo de ternera.

2 comentarios:

Antonio Ortega dijo...

Al contrario de tu visión sobre la película, yo si que he encontrado aspectos que me han gustado: El ritmo de la película hace que a pesar de muchísimas escenas y giros de guión infames sigas atento a la pantalla, el humor absurdo (y ciertamente chanante) de algunas escenas, las interpretaciones de los dos payasos, el maquillaje y la ambientación, e incluso la primera parte del guión me parecen reseñables.

Por contra, hay infinidad de puntos negativos y muy negativos. He de reconocer mi animadversión por Alex de la Iglesia, pero es que cuando se intenta poner serio es aún más absurdo y ridículo que cuando hace un gag de humor. Los diálogos parecen hechos por preescolares, el 90% de las escenas de sangre son totalmente gratuitas y sin sentido, en la parte final de la película le sobran varios giros.

En definitiva, me gusta la película cuando busca ser absurda, porque es absurda, y no me gusta cuando se pone seria, porque también es absurda.

Saludos!

Anónimo dijo...

Una de las peores películas que había visto en tiempo. Tras la buena crítica que tenía me esperaba por lo menos un guión con sentido.
Absurda es la mejor forma de definirla, intentando poner toques de humor sin gracia y toques tétricos que no dan miedo.