Teruel

¡Teruel existe! y es un buen descubrimiento. Una pequeña ciudad para disfrutar 1 día ó un fin de semana histórico-artístico-gastronómico. Sorprende no sólo por el homenaje a los amantes de Teruel, con su moderno mausoleo y todo lo que le rodea, sino por la riqueza de arte mudéjar condensado en las 4 impresionantes torres intramuros y su bella catedral (ojo a las techumbres). Lugar de historia desde su fundación por Alfonso II (el de Aragón), de leyendas (las de los constructores de las torres de El Salvador y San Martín), de rincones (interior de cualquiera de las torres, la escalinata desde la estación del tren, el interior de los aljibes medievales en el subsuelo de la triangular plaza del Torico,...), de buenas viandas basadas en el cerdo (buenísmo el embutido, el codillo ó las carrilleras). Preparada para el turismo: bien las estaciones (lástima que no llegue el AVE), las diversas oficinas de turismo (con visitas guiadas por la ciudad) y los hoteles/restaurantes con terraza (si hace buen tiempo). Lástima que la ciudad sólo tenga 2 cines con una película cada uno :-) "Para qué más"- dicen los lugareños. Recomendable darse muchos paseos, incluido el del viaducto hasta el ensanche y más allá. Una ciudad tranquila y bonita que merece la pena acercarse a conocer.