6 de abril de 2007

Semana Santa

Semana Santa. Tiempo de reflexión. Este año la mía tiene un par de puntos:

1. El tiempo. Contra todo pronóstico, web meteoro o telediario, la lluvia y los vientos aparecen en cuanto salen las procesiones. Es como si un Grifo Divino se divirtiese con los cofrades, penitentes y parroquianos aguándoles la fiesta cuando menos lo esperan. Las miradas al cielo (ver foto) no son por clemencia u oración, sino por ver si la nube de turno va a descargar o no.

2. En las noticias de estos días, leemos que una pequeña iglesia de barrio que tildan de roja, se compromete con los despreciados, marginados, desechados de la sociedad. En sus celebraciones, se preocupa más del fondo que de la forma, se debate en viva voz sobre los Evangelios, letra escrita. Pero... ¡la Iglesia insiste en querer cerrarla!. Bienaventurados los anacronismos, porque de ellos será el Reino de la Paradoja.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde mi perspectiva de atea convencida, nunca me dejará de sorprender esa persecución, por parte de la curia de la Iglesia católica, a los que parecen seguir verdaderamente la palabra y los valores de Jesucristo. No me extraña que haya falta de vocaciones en los tiempos que corren, ¿quieren vocaciones reales o mejor gente sumisa que les haga el trabajo?

Anónimo dijo...

Yo flipo. Resulta que la cierran porque comulgan con pan, beben vino de una jarra de cerveza, el cura va en vaqueros, ayudan a las prostitutas, los drogradictos y los pobres.

¿Se puede saber que fue lo que hizo Cristo? Que yo sepa comulgó con pan, bebió de la misma copa con los apóstoles, no llevaba sotana ni esas cosas que se ponen con superbordados de oro y era muy amigo de las prostitutas y si ahora viviera los sería también de los drogadictos.

Dicen que es una secta, y seguramente lo sea, pero guarda mucho más espíritu primigenio de la palabra que lo que hacen en las iglesias ahora, que por cierto, es un coñazo, seguro que esas misas eran divertidas.