Josefina

* Dirección: Javier Marco
* Mi valoración (sobre 10): 9

Sorprende por sus sentimientos, por su trabajo cincematográfico impecable y por un guión muy pensado y muy destilado quitando todo lo que sobra y dejando sólo lo esencial. Los que conocemos el trabajo en el ámbito del cortometraje de Javier y Belén no dejamos de ver estupendas referencias a sus últimos trabajos ("Muero por volver", "El vestido", "A la cara" y sobre todo "Amianto") así como ese guiño de actores de sus cortos (Manolo Sólo, Pedro Casablanc, Olivia del Can,..) Y sobre todo, hay una cosa relevante en la película que la hace especial: su relación con relatos clásicos griegos. En un argumento de aparente realidad cotidiana hay evocaciones a un realismo mágico inherente: la propia Josefina y su sonrisa a modo de demiurgo de toda la situación. ¡Me encanta! Planos de composición bella, realismo, comedia, camino, drama, tensión, cariño, engaño inocente, fotografía meticulosa,...y alguna escena que se queda en la retina para siempre: ese pincho de tortilla, néctar de los dioses, o ese "¡Hola!" de la propia Josefina.

MÚSICA Y MAL

Ética o estética, he ahí la cuestión. La música o la letra. La historia de la música occidentdal contada desde una óptica ciertamente interesente. Un camino al horror. Una inteligente reflexión de Lola Blasco combinando hechos históricos macabros. reflexiones cinematográficas y, sobre todo, música, mucha música interpretada deliciosamente al piano por Alexis Delgado. Una reflexión acerca de la naturaleza humana, sobre el triste lado "exquisito" de la maldad. "El nazismo siempre ha surgido en naciones muy educadas". Una maravilla de texto minucioso y detallado junto a una interpretación desenfadada y mordaz para relacionar a Gesualdo, Wagner, Bach, Strauss, Weber y un largo y sabroso etcétera. Se saborea más aún con conocimientos musicales de armonía. Me encantó la referencia también a Lars von Trier, Kubrick ó Fischer-Dieskau (sólo me faltó en la salsa el canadinse Glenn Gould o el personaje de Hannibal Lecter). Una escenografía vs iluminación muy sutil con elementos imprescindibles para el movimiento y para todo el esfuerzo interpretativo a golpe de música y metrónomo. Recomendable.

Nevenka

La miniserie de Netflix nos vuelve a dar y golpear con la realidad del caso de Nevenka Fernández en la Ponferrada del año 2000, Un caso extrapolable a muchos casos y situaciones pasadas y presentes. Bien contado, el relato documental va mezclando imágenes de archivo, noticieros de aquella época, con declaraciones de los protagonistas en la actualidad. Lo más doloroso de la situación no sólo fue el tremendo acoso que Nevenka sufrió del alcale Ismael Álvarez sino la soledad y el juicio burocrático y social que tuvo ella. Cómo estará construida la sociedad para que en una situación así, hubiera una manifestación del pueblo "a favor" del alcalde y un juicio penal donde la víctima destrozada, rota por dentro y por fuera, es apelada como  la instigadora del delito. Qué sociedad patriarcalizada tenemos que permite que, una vez celebrado el juicio y declarado culpable, el alcalde acosador siga su vida social y política en el pueblo y la víctima tenga que irse de España a vivir sin haber vuelto nunca. Hemos suspendido como sociedad. ¡Perdónanos, Nevenka! 

En el relato documental sólo quedan atisbos de esperanza en la sororidad de Charo Velasco, su rival política a la que Nevenka pidió ayuda, las figuras profesionales del psicólogo y abogado, y, en lo personal, sus padres y Lucas, su actual marido. Y nadie más. También hubo un atisbo de justicia moral con la expulsión del aberrante fiscal durante el juicio y esas palabras del juez: "Recuerde que ellá está en calidaad de testigo no de acusada". Un recordatorio que todos nos debemos aplicar

Gala premios Feroz 2021

    Gala presencial, a pesar de la pandemia, con todas las medidas y protocolos de seguridad. Bien. La retransmisión a través YouTube (a veces con un poco de lío en sonido) estuvo correcta. Una lástima que la introducción (un falso Zoom) se quedase sin sonido y fuera un arranque del show un poco descafeinado. Me sorprendieron algunos de los monólogos e intervenciones de unos presentadores que parecían querer ser ellos los protagonistas de la noche.  Además, sus actuaciones a veces, me parecían forzadamente excéntricas y no me refiero a la estética, que era bien llamativa y diversa. Me refiero a que, personalmente, no me gusta el lenguaje histriónico con tacos en actos públicos, máxime en  una gala que - aunque sea festiva- representa al sector cultural del cine pero cada uno es como es y el lenguaje va en la persona. En contrapartida teníamos presente la calidad y profundidad de las películas y series premiadas. El efecto reivindicativo y apoyo al feminismo, a la libertdad de expresión ó al colectivo LGTBI, entiendo que va también en cada personas, Con inteligencia, sutileza y lenguaje cada uno reinvindica como quiere. No obstante, la expresión "me he meado en las bragas" repetida varias veces a mi me sobrepasó un poco al atino de Pretty Woman en los noventa. Los chistes de Esty Quesada sobre ETA me quedaron un poco lejos de la profundidad de relato que ofrece la serie Patria; Ángel Jodra disfrazado con traje gris con mensajes gritones me descolocaron a la hora de presentar al educadísimo actor secundario; los tacos y lenguaje en la presentación de Paca la Piraña me resultaron muy alejados de la fuerza de la serie Antidisturbios. Me gustó más el mónologo de Asaari Bibang de Samantha Hudson o el de María Guerra, presidenta de AICE. En todo caso, quizá en la escaleta del guión de la gala habría que separar lo que es una actuación de un artista de lo que es la presentación propia de los nominados. Ayer no se hizo. Al unir ambas cosas, o hacerlo sin corte de continuidad, me resultaba extraño.

    Sobre los premios, merecidos todos los de Las niñas, Antidisturbios, Patria, El año del descubrimiento y La boda de Rosa (que nos sacó en verano a todos la sonrisa y la emoción tras el confinamiento). Sobre interpertación, me faltaron Manolo Solo (30 monedas) y Vicky Luego (Antidisturbios) pero me emocionó lo de Eduard Fernández, (30 monedas), Mario Casas (No matarás), Patricia López (Ane) y sobre todo, sobre todo, lo de Loreto Mauleón (Patria).

El cine social de Miguel Parra

Si algo caracteriza a los trabajos del cineasta Miguel Parra es que trata de reflejar siempre grandes temas de injusticia social en un relato de situaciones cotidianas. Es un acercamiento muy certero y cercano a las problemáticas sociales actuales. Uno se identifica más claramente con los personajes y con el tema cuando los entiende más humanos y más cercanos a la realidad que intenta denunciar. Siempre con pocos personajes, con conversaciones y gestos, situados en el contexo español. Su cine de formato corto, técnicamente bien construido, siempre deja un interrogante de reflexión final en el espectador.

En "Sin respuesta" (2013) (estupendo monólogo de Natalia Mateo) todos nos metimos en la piel tanto de la trabajadora bancaria como en todos los que llamaban y experimentamos lo que supuso la crisis financiera importada de otras latitudes. En "Rawan 16/07" (2016), pudimos comprobar los mecanismos y las dudas generadas en la manipulación de los fanáticos islámicos en la captación de adeptas, con ese final abierto que a todos nos hizo reflexionar. En "El jardín de Vero" (2018) una conversación de temas familiares y domésticos destapa una memoria histórica que muchos quieren evitar mirando para otro lado. De su último trabajo "(A)normal" (2020) no quiero hablar de momento hasta su estreno pero también trata otro tema social importante.

Por último, me gustaría destacar la canción adecuada que siempre cuida mucho en situar en los créditos de sus cortometrajes. Ademas de ayudarte a salir de la historia y volver a la realidad cotidiana, sirve para complementar, y a veces explicar bien, el sentido que se quiere dar al mensaje.