Si Bécquer estuvo sólo un día, pasar un fin de semana en Tudela (Navarra) es de lo más agradable. Descubrir la portada de la catedral por la noche, disfrutar de unas tapas en la plaza de San Jaime y el bullicio de la plaza de los Fueros, centro que articula toda la ciudad es una verdadera gozada. Monumentos tiene varios que ver que dan para una jornada: la gran catedral con sus diversas capillas, claustro y museo, la iglesia de la misteriosa Magdalena, la subida al Sagrado Corazón para ver unas estupendas vistas (tanto de la ciudad, como del Ebro como de la huerta de la Mejada) En el ángulo opuesto de la ciudad la torre Monreal (lástima que no estuviera abierta su cámara oscura) y el otro Corazón, esta vez en femenino.
Agradable también darse un laaargo paseo al atardecer hacia las afueras de la ciudad para llegar a La Barrena donde poder disfrutar de una película 3D ó tomarse un refresco en la terraza. La gente de Tudela habla alto, fuerte y claro: son gente muy sana. Cultura en el bello edificio de la Casa del Almirante (buena exposición de fotografía la que nos ha coincidido con Rafael Trapiello) No quiero terminar sin aconsejar darse paseos por los bulevares de las Herrerías o del Queiles, tomarse un jarrete típico (el del Bar Aragón de la plaza de los Fueros alucinante), unas tapas en la judería (las que hemos probado en La Estrella geniales) ó un café con algún dulce en el Paseo del Invierno.
3 comentarios:
Me alegro que lo hayáis disfrutado, pues es lo que transmite este estupendo resumen. Y también lo apuntaremos como lugar pendiente de visitar. Muchas gracias.
Hola.. Soy de Tudela. te agradezco tu benevolencia; efectivamente, el casco antiguo por la noche es maravilloso. Y que el personal no se deje espantar por el alto porcentaje de gitanos que lo pueblan. Son buena gente. Yo vivo en esa zona y doy fé de que es tranquila y segura.
Me alegro que lo hayais disfrutado. Bonito resumen. Gracias
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