La visita a la exposición de Vivian Maier (1926 - 2009) te deja en la retina una impresión bastante curiosa. Uno al verla no puede dejar de pensar en Virginia Wolf. Esa historia de la niñera a la que no se conocen ni amigos, ni familiares, ni novios,... que con aspecto ascético va fotografiando todo lo que le llama la atención en la calle (tanto de New York como de Chicago)....con ese estilo de foto cuadrada (tan propio hoy de Instagram)....presenta cierto grado de curiosidad, perplejidad y maravilla. Con sus ojos vamos conociendo el quehacer diario de la vida newyorkina de los años 50, bien real, bien sincero, bien curioso. Muchos de los "improvisados modelos callejeros" miran con recelo a la cámara pues se preguntarán quién será esa chica tan friqui. Ella nunca enseñó sus fotos a nadie, nunca nadie pudo apreciar tu gran arte fotográfico que sigue todos los cánones de la buena fotografía y que hoy por hoy se ha convertido en un referente, un icono, así que ahora es todo un lujo poder acercarse a Valladolid a ver su exposición (Sala San Benito). Si tenéis ocasión, no os la perdáis. Cómo decía yo mismo en un tweet : "Cómo me hubiera gustado seguir el Instagram de Vivian Maier si lo hubiera tenido en su tiempo" para poder comentar y darle la enhorabuena por su gran arte. Recomendable
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