Una de las cosas que más tengo que agradecer a mis padres es que de muy niño me apuntasen a clases de música. Quizá mis primeros pasos con aquel xilófono de colores y la melódica ya les habían dado alguna pista. Muchos viajes a Aranda, muchos juegos y balones después de clase que no pudieron jugarse, mucho sacrificio para ellos que tenían que dejar lo que estuvieran haciendo para bajarme en coche a mí a las clases, ... pero siempre les estaré tremendamente agradecido por ello. A los 10 años, me encerraba en el coche nuevo (que era el único sitio donde había silencio y sonido estéreo) para escuchar las Cuatro estaciones de Vivaldi, el concierto en Re Mayor y las sinfonías de Beethoven sobre todo la 5ª y la 6ª (la 9ª vendría más tarde). Fue a los 12 cuando me regalaron un tocadiscos ¡de verdad! y entonces mi tía Jesusa me dejó un bloque de vinilos de 33 r.p.m que tenía por ahí olvidados. Y allí, entre los 3 Sudaméricanos y los mejores éxitos de Manolo Escobar... encontré ese disco grisáceo que rezaba "REQUIEM" (a saber cómo llegó ese disco allí). Años más tarde compré la partitura, edición Bärenreiter, e intenté emular en el piano ciertos movimientos de la orquesta así como cantar algunos de los pasajes solistas. Ese Kyrie, Tuba Mirum, Recordare ó Lacrimosa siempre deleitaban el alma. Muchos años y aventuras después, ya en Madrid, fui una noche con Beatriz a la celebración de la noche Mozart en el Auditorio Nacional y nos quedamos absortos y emocionados del lugar y de la interpretación de aquel coro ruso, de cuyo nombre no puedo acordarme, cuya sonoridad volvió a quedarse grabada en nuestra mente y corazón como lo hizo en su día la película "Amadeus" (Milos Forman) en aquel estreno al que me también me llevaron mis padres (¡gracias de nuevo!) en 1984 en ese 15 de octubre que andábamos de vendimias en Caleruega.
Y con todos estos recuerdos a flor de piel llegamos al día de hoy, en 2013. Esta noche cantaré para todos vosotros en la cuerda de bajo el Réquiem de Mozart KV 626 en el Auditorio Nacional de Madrid ¡Gracias a todos!
8 comentarios:
Ay, José Luis, si llego a saberlo me apunto, porque ando por Valladolid, pero esta tarde tengo médicos. :(
¡Que salga precioso! Me ha encantado el post.
Besos.
Esta vez estaré sola en el público escuchando el Requiem y escuchándote :) y sí, me hace mucha ilusión.
Hermosa reflexión. Debo decirte que me ha emocionado.
Preciosa reflexión. Gracias por compartir estas emociones con nosotros y por emocionarnos con ellas. Así que a disfrutarlo a tope. Tú como músico y Bea como público.
Un abrazo.
No sé dónde está el botón de Me Gusta! Como siempre, Jose Luis, nos dejas unas palabras que pintan tus experiencias como si las hubiéramos vivido nosotros mismos, y es que en algunos casos, sí las hemos vivido, o cosas muy parcidas. Yo también estaré eternamente agradecida a mis padres por haberme metido en el mundo de la música, un don muy preciado y precioso. Que disfrutes de la obra y del Auditorio esta noche - allí estaré para disfrutarlo con vosotros!
¡Que bonito lo expuesto!Seguro que sale magnífico.
Nos gustaría verlo en vidio si se puede, Bea
Un beso
Sabes como te envido primo del alma, pero envidia sana que se dice, en definitiva ¡¡¡CÓMO TE ADMIRO!!!!
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